miércoles, 6 de diciembre de 2017

NA´ASHJÉ´II ASDZÁÁ : MUJER ARAÑA DE LOS NAVAJOS

NA´ASHJÉ´II ASDZÁÁ

         N A  ´  A S H J É  ´  I I  A S D Z Á Á 

    La mujer Araña teje el destino de los seres humanos, los animales, las plantas y las rocas. Por la noche vaga en el mundo de los sueños y penetra en las mentes. En la Reserva Navaja del Cañón de Chelly (Arizona) hay una Roca de Arenisca, llamada Roca de la Araña, y  dicen que esta allí su
 La mujer Araña La mujer Araña
morada. En algunos casos se la menciona como servicial y que ayuda a los necesitados. Cuando se muestra ante los humanos o los dioses los lleva abajo, donde esta su guarida, donde se transformará
en una mujer anciana. Fue la que  aconsejó a los gemelos Nayanazgeni y Tobadzistsini cuando iban dirección a casa de su padre, el Dios del Sol (Tsohanoai). Ella les advertiría que deberían de pasar por cuatro lugares muy peligrosos: las rocas que aplastarían
 La mujer Araña
a los caminantes, las cañas aguzadas que cortan en pedazos, los cactos que con sus púas desgarran y las arenas movedizas que les tragaría. Ella les entregaría dos plumas. Una de ellas tenía el poder de dominar a sus enemigos y la otra para salvar sus vidas. Creadora y tejedora de la vida,NA´ASHJÉ´II ASDZÁÁNA´ASHJÉ´II ASDZÁÁprotectora.Ella se manifiesta como una guardiana sagrada, supervisando el bienestar de los necesitados. Mujer Araña es conocida como el símbolo de las artes textiles. En un lugar en el mundo subterráneo, donde dos ríos se cruzan, crece una fina planta de fibra de algodón. Esta planta se iba a utilizar para la ropa en lugar de utilizar las pieles de animales. La Mujer Araña instruyó a la mujer           La mujer Araña La mujer Araña      Navajo en el arte de tejer en un telarA través de los conocimientos que fueron impartidos por " Naste  estsan ", los navajos siempre han sido capaces de mantenerse por sí mismos, comerciar y prosperar. La mujer araña les enseñaría que para asegurar que una niña crecería siendo una buena tejedora, con una tela de araña se debería de frotar en los brazos y las manos de la criatura al nacer. La mujer Araña