TEODORA TEODORA TEODORA TEODORA (griego: Θεοδώρα, c. 500-junio de 548)
Emperatriz bizantina y esposa de Justiniano I. Es santa en la Iglesia ortodoxa, al igual que su marido. Teodora fue la mujer más influyente y poderosa en la historia del Imperio bizantino. Algunas fuentes la mencionan como emperatriz reinante junto con Justiniano I, siendo corregente.El lugar y la fecha de su nacimiento no están del
todo claras. Se habla de Siria o de Chipre y una fecha en torno al año 500 de nuestra era. Su padre, Acacio, era cuidador de fieras del hipódromo de Constantinopla (capital del imperio romano de oriente, conocido posteriormente como imperio bizantino) mientras su madre ejercía como actriz y bailarina. Se crió sin
Justino I, e iniciaron una relación amorosa que se prolongaría durante el resto de su vida.Tal fue la unión entre ambos que él, aun siendo conocedor de su pasado y del gran desprestigio que podría acarrearle, quiso casarse con ella. Consiguió de su tío Justino que anulase la ley que impedía a las actrices contraer matrimonio con oficiales del imperio y, mas tarde, la nombró patricia.
Así Teodora tuvo la puerta abierta su ascenso al poder. A la muerte de Justino en el 527, su sobrino y heredero Justiniano hizo celebrar la ceremonia de coronación por la cual ella se convirtió en emperatriz. El carácter fuerte y decidido de Teodora fue un gran acierto de Justiniano y esta decisión resultaría fundamental para el gobierno del imperio. En una ocasión, cuando el emperador, tras un gravísimo conflicto con una de las facciones políticas de Constantinopla estaba
educación, sin apenas recursos tras la muerte del padre siendo ella muy niña. De personalidad fuerte y decidida y sabía moverse en el mundillo del espectáculo. Al público le gustaba tanto su belleza como su desinhibición. La prostitución le reportó la posibilidad de viajar como amante de un alto oficial sirio que se dirigía a la Cirenaica para ser gobernador. Permaneció con él
un tiempo pero, finalmente la abandonó dejándola en la extrema pobreza y en un país extraño. Decidió dirigirse a Egipto donde tomó contacto con comunidades monofisitas (sostenían que Jesús solo tenía naturaleza divina y no humana) de las cuales recibió ayuda y cierta instrucción religiosa. De regreso a Constantinopla conoció a Justiniano, sobrino y heredero del emperadorJustino I, e iniciaron una relación amorosa que se prolongaría durante el resto de su vida.Tal fue la unión entre ambos que él, aun siendo conocedor de su pasado y del gran desprestigio que podría acarrearle, quiso casarse con ella. Consiguió de su tío Justino que anulase la ley que impedía a las actrices contraer matrimonio con oficiales del imperio y, mas tarde, la nombró patricia.
Así Teodora tuvo la puerta abierta su ascenso al poder. A la muerte de Justino en el 527, su sobrino y heredero Justiniano hizo celebrar la ceremonia de coronación por la cual ella se convirtió en emperatriz. El carácter fuerte y decidido de Teodora fue un gran acierto de Justiniano y esta decisión resultaría fundamental para el gobierno del imperio. En una ocasión, cuando el emperador, tras un gravísimo conflicto con una de las facciones políticas de Constantinopla estaba
preparándose para huir, fue ella quien con un discurso potente y razonado le hizo quedarse, afrontar los disturbios y conservar el pn fue fundamental la actitud protectora de Teodora hacia la minoría religiosa monofisita, pese a que Justiniano pertenecía y favorecía a iglesia ortodoxa. Este desacuerdo en materia religiosa resultaría beneficioso, pues forzaría la convivencia dentro del imperio de esas dos tendencias. Junto a Justiniano transformaron Constantinopla, acometiendo numerosas
obras, puentes, acueductos y más de veinticinco iglesias entre las cuales destaca la espléndida Santa Sofía. Sin duda su propia experiencia vital la hizo sentirse más próxima a las de su género y luchar activamente por ellas. Gran legisladora, se encargó de dictar diversas leyes que protegieron ampliamente los derechos de la mujer: Legisló la primera ley del aborto que se conoce.
Mejoró la ley del matrimonio que daba máxima libertad. Protegió del castigo al adúltero o la adúltera. Permitió el matrimonio libre entre clases sociales, razas o religiones. Prohibió la prostitución forzosa. Instauró la pena de muerte en casos de violación. Reglamentó los burdeles para evitar abusos debiendo estar regentados por las propias mujeres. Aumentó los derechos de las madres sobre sus hijos. Mejoró los derechos de las mujeres respecto al patrimonio y en los casos de divorcio, permintiendo que la mujer se pudiera divorciar libremente. Teodora y Justiniano vivieron una época de grandes cambios, con momentos plagados por enfrentamientos religiosos y políticos. El evento más significativo fue la revuelta de Nika, que comenzó en una carrera de carros en el hipódromo y rápidamente creció hasta convertirse, a ojos de sus opositores, en una oportunidad para derrocar a Justiniano. Cuando el emperador y sus oficiales se preparaban para huir, Teodora pronunció un discurso que según los historiadores salvaría el Imperio.
obras, puentes, acueductos y más de veinticinco iglesias entre las cuales destaca la espléndida Santa Sofía. Sin duda su propia experiencia vital la hizo sentirse más próxima a las de su género y luchar activamente por ellas. Gran legisladora, se encargó de dictar diversas leyes que protegieron ampliamente los derechos de la mujer: Legisló la primera ley del aborto que se conoce.
Mejoró la ley del matrimonio que daba máxima libertad. Protegió del castigo al adúltero o la adúltera. Permitió el matrimonio libre entre clases sociales, razas o religiones. Prohibió la prostitución forzosa. Instauró la pena de muerte en casos de violación. Reglamentó los burdeles para evitar abusos debiendo estar regentados por las propias mujeres. Aumentó los derechos de las madres sobre sus hijos. Mejoró los derechos de las mujeres respecto al patrimonio y en los casos de divorcio, permintiendo que la mujer se pudiera divorciar libremente. Teodora y Justiniano vivieron una época de grandes cambios, con momentos plagados por enfrentamientos religiosos y políticos. El evento más significativo fue la revuelta de Nika, que comenzó en una carrera de carros en el hipódromo y rápidamente creció hasta convertirse, a ojos de sus opositores, en una oportunidad para derrocar a Justiniano. Cuando el emperador y sus oficiales se preparaban para huir, Teodora pronunció un discurso que según los historiadores salvaría el Imperio.