E S T S A N A T L E H I : LA QUE SE RENUEVA ASIMISMO

   ASDZAA  NADLEEHE     ASDZAA  NADLEEHE

Conocida como la Mujer Cambiante es la deidad más respetada por los navajos. Según la leyenda, Mujer cambiante cambia continuamente, pero nunca muere. Ella se convierte en una anciana en invierno, pero en la primavera, se convierte en una mujer otra vez (igual que lo hace la Tierra con el

cambio de las estaciones).  Representación de las estaciones de la Tierra, el cambio, la renovación, la fertilidad y el ciclo eterno de la vida. Es una figura muy importante en la creación y se identifica como la esencia de la vida, haciéndose vieja y rejuveneciendo de nuevo en un ciclo interminable de regeneración. Dicen que habita en una casa flotante "en las grandes aguas del oeste", donde recibe diariamente a su esposo Tsohanoai  (Dios del Sol), cuando

éste finaliza su tarea de cruzar al astro por el cielo.  En los mitos de los navajos aparece como Estsan Atlehi (Madre de Todos) y cuatro veces al año se cambia la ropa, cruza las cuatro puertas de su morada celestial y crea las estaciones. Se levanta con las flores de primavera, madura en verano, envejece en otoño y en Invierno se va a dormir. Mujer Cambiante simboliza todas las etapas

en la vida femenina y, más concretamente el momento en que la niña se convierte en mujer. Creen que esta transición es beneficiosa para toda la comunidad y lo celebran con fiestas y rituales. ESTSANATLEHI  entregaría a los seres humanos el conocimiento, la sabiduría, los ciclos lunares y menstrual, los cantos y celebraciones y el concepto de la 

búsqueda. Enseñó a los navajos a construir las chozas de techo 

abovedado (Hogan). 

Proporciona seguridad ante la desdicha y sustento bajo la forma de alimentos, refugio y vestimenta. Se casó con el Dios SOL y tuvo dos hijos, los héroes gemelos Nayenezgani y Tobadzischini -otros los atribuyen a su hermana-, quienes combatieron a los espíritus del mal que amenazaban al mundo. En leyendas posteriores se convertiría en la regidora del reino de los muertos,en el oeste, desde donde fluyen las cosas buenas.