SAYYIDA AL URRA SAYYIDA AL URRA Sida al-Hurra (árabe, السيدة الحرة)
La Noble Dama. La Dama Libre. La reina pirata que nació en Granada. Reina de Marruecos, gobernadora de Tetuán y matriarca de corsarios, a través de los que controló, por treinta años, todo el Mediterráneo occidental. Su voluntad era de hierro, su mano nunca temblaba al ordenar los ataques de los corsarios contra las flotas
portuguesa y española. En un mundo eminentemente masculino, Sayyida era la ley, y los monarcas cristianos aprendieron a temerla. Hija del jerife mulay Ali ibn Rashid (gobernante de un pequeño territorio con capital en Chauen) y de Zuhra una mudéjar (cristianos convertidos al islam) . Sayyida al-Hurra tenía un hermano, Ibrahim, que sucedió a su padre y fue valido del sultán. Se casó con Ali al-Mandri, un general granadino exiliado, gobernador de la ciudad de Tetuán, que, como el resto de la región, había
acogido a numerosos refugiados granadinos que huían del avance de las tropas castellanas. Sayyida al-Hurra tuvo mucha influencia en el gobierno de su marido y a partir de un determinado momento asumió sus funciones, ya que Al-Mandri, mucho mayor que ella, padecía una larga enfermedad fruto de sus heridas de guerra. Ambos sostuvieron y financiaron a los navegación corsarios, una actividad a la que se dedicaron muchos refugiados hispanos. Esta actividad le
supondría una constante amenaza sobre Tetuán, y le creó muchas enemistades. En 1539 murió Ibrahim, su hermano y protector y gobernador de Chauen, y al año siguiente fallecería Sidi Mandri, con lo que Sayyida al-Hurra se hizo cargo del gobierno que hasta entonces ejercía en nombre de su marido. Quedaba a merced de sus enemigos.
Por un lado su hermanastro Muhammad, que había sustituido a su hermano Ibrahim en el gobierno de Chauen, y por otro lado Hasan Hashim, un miembro de la aristocracia granadina y rival de Sidi Mandri. En 1541 se casó con el sultán de Marruecos, lo que la hizo sentirse a resguardo de sus enemigos y ejercer el poder de toda
la región de forma particularmente autocrática. Sin embargo, en octubre de 1542, Hasan Háshim, su consuegro, tomó Tetuán y despojó a Sayyida al-Hurra de su poder y de sus bienes. No está claro el destino de Sayyida al-Hurra. El misterio continúa alrededor de esta leyenda femenina marroquí, que sin embargo ha marcado profundamente la historia de Marruecos, España y Portugal del siglo XVI. Está enterrada cerca de su casa familiar de Chauen, con lo que es posible que se retirara a ella y allí acabara sus días.
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