martes, 5 de mayo de 2020

PEPA NOIA : UNA MADRE DE LA PRIMERA HORA

PEPA  JOSEFINA  GARCIA  DE NOIA   PEPA

Pepa Noia, gallega, fue la primera madre en pisar la emblemática plaza de Buenos Aires        para clamar por todos los desaparecidos          de la dictadura de Videla. Pepa, cómo se la conocía, había nacido en 1921 y a los 20 años se casó con Juan Carlos Noia, con quien tuvo cuatro hijos. El 13 de octubre de 1976, su hija María Lourdes de 29 años fue secuestrada  junto a su compañero. A su bebé de 18 meses lo dejaron con una vecina. 
 
partir de entonces, la vida de Pepa cambió para siempre y la dedicó exclusivamente a la búsqueda de su hija. Hasta dos paquetes de cigarrillos se fumó cuenta Pepa entre las dos y las cuatro de la tarde del 30 de abril de 1977, una fecha que forma ya parte de la historia argentina. Pepa muy nerviosa llegó temprano a una cita que, en plena dictadura de Videla, ponía en peligro su vida. Fue una de las 14 Madres que dieron la primera ronda, el sábado 30 de abril de 1977.  Ese día
Madres de la Plaza Mayo
se dio inicio a las marchas de las madres alrededor de la pirámide de Mayo.  Después de haber intentado por todas las vías posibles saber algo de su hija, secuestrada (presentación de habeas corpus, recorridos por comisarías, dependencias militares, iglesias, embajadas), se decidió a mostrar en la Plaza de Mayo, cuando eran pocos los que querían ver, sus pañuelos y el reclamo desesperado del paradero de sus hijos, jóvenes estudiantes y trabajadores secuestrados por los genocidas de la última Dictadura Militar. El día 31 de
Madres de la Plaza Mayo
agosto, a sus 94 años falleció Pepa Noia,  amiga inseparable de Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, compañeras de Línea Fundadora. En el 2010, a sus 89 años fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos  por su lucha incansable por los Derechos Humanos. Fallece tras buscar a su hija Lourdes durante 39 años. Durante casi cuatro décadas siguió yendo cada jueves a la Plaza de Mayo para marchar con sus compañeras. Hasta que pueda y mientras no llueva, seguiré yendo a la Plaza, dijo esta mujer menuda, cuando a sus 90 años fue 
 Pepa NoiaPepa Noia 
presentado el libro Josefina Pepa de Noia. Una Madre de la primera hora del historiador Enrique Arrosagaray. Durante la dictadura unas 30.000 personas desaparecieron y unos 500 niños fueron robados. Cuenta su amiga Margarita que Pepa se cuestionaba su religión. En los Tribunales se topó con el vicario castrense Emilio Grasselli. Lo miró y lo enfrentó, entonces él intento pararla. No me toque, sus manos están sucias con sangre de nuestros 
Madres de la Plaza deMayoMadres de la Plaza deMayo
hijos le dijo con furia. Para ella fue un acto importantísimo poder enfrentarse a alguien de la Iglesia por toda la cultura que traía.“Era una flor que estaba siempre con una sonrisa, con una abrazo, con su pucho, bien femenina y bien madraza”, dijo Nora Cortiñas. “Era muy firme, donde había una injusticia estaba ella. Nunca dudó en apoyar a los movimientos que buscaban verdad y justicia, a los trabajadores y a los luchadores populares”. Ese inmenso cariño que despertaba entre quienes la conocimos, se reflejó  en la Legislatura 
Pepa NoiaMadres y Abuelas Plaza Mayo
porteña donde fueron velados sus restos. Muchísma gente, e incontables personalidades políticas y de derechos humanos, junto a sus infatigables compañeras de Madres de Plaza de Mayo como Nora y Mirta Baravalle le dieron su último adiós a esta luchadora madre que se nos fue. No sólo está pendiente saber qué pasó con su hija Lourdes, también es una deuda, saber la verdad y encontrar algo de justicia, que el Estado abra los archivos de inteligencia, militares y de la iglesia sobre la última dictadura genocida. ¡Hasta siempre nuestra querida y entrañable Pepa Noia!  
Pepa Noia

Presentación del Libro Josefina Pepa de NoiA una madre de la primera hora

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